Aquí se narran las asombrosas aventuras y desventuras del ser colaborativo festivo Paco El Pulpogato. Estás invitado a contribuir al relato haciendo pull request (en el libro "Git y GitHub - Guía de Supervivencia" se explica en detalle cómo hacerlo).
Aquella mañana de primavera, Paco El Pulpogato no podía dormir de la emoción. Se levantó temprano y se puso a los mandos de su nuevo Amstrad CPC 6128.
Quería jugar a algo con aquella máquina pero no se conformaba con los jueguecillos que ya tenía; quería crear los suyos propios. Nada más encenderse, la máquina entendía perfectamente un lenguaje: BASIC. Además, con el equipo venía un manual de usuario así que el reto sería ¡aprender BASIC! Por el nombre parecía algo muy fácil 😄 si no, le hubieran llamado COMPLEX o algo por el estilo.
Aprendiendo aprendiendo, a base de prueba y error, Paco El Pulpogato programó en BASIC su primer juego aprovechando los fantásticos gráficos que ofrecía su ordenador. En el juego había que guiar a un coche por una carretera ¡debía tener cuidado de no salirse y chocar!
El maravilloso Amstrad no solo tenía buenos gráficos, también gozaba de un sonido espectacular y eso había que aprovecharlo. Así que, como Paco El Pulpogato cada vez programaba mejor en BASIC, decidió crear un sintetizador ¡Dicho y hecho! Creó un programa que hacía las veces de piano electrónico; unas teclas servían para tocar las notas y otras, en cambio, para seleccionar los sonidos entre una amplia gama.
Así fue como Paco El Pulpogato aprendió a programar.
Una noche, Paco El Pulpogato había pasado muchas horas jugando sin descanso con su Amstrad y descubrió que cada vez que tocaba la tecla MAYS la máquina le preguntaba en voz alta: "Oye, Paco, ¿sabes qué hora es?", y cuando le daba a la tecla CONTROL, la máquina le gastaba bromas, exclamando: "¡Paco El Pulpogato es más gato que pulpo, por lo que le gusta pasar las noches sin dormir!". Vio la cara de un gato muy cansado y entendió que su Amstrad tenía razón: el jugador necesitaba descansar. "¡Qué máquina tan maravillosa tengo!" - pensó Paco El Pulpogato acomodándose en su cama para conciliar el sueño.